Empezamos tempranito con un suculento desayuno irlandés, para coger fuerzas y visitar, primero la Catedral de St Patrick.Tenemos la suerte de contar con una profesora de Arte que nos ha explicado detalladamente y con mucha gracia la evolución histórica de esta preciosa catedral.
De allí nos dirigimos a coger nuestra nave vikinga particular. Nos convertimos en vikingos durante dos horas y paseamos por las calles y el río de Dublín en un vehículo adaptado de la 2ª Guerra Mundial. Nos pusimos nuestros cascos vikingos y disfrutamos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, gracias a nuestro simpático chófer.
Posteriormente almorzamos en las calles más céntricas y a continuación fuimos a ver a nuestra chica favorita Molly Malone. Le dedicamos una serie de canciones propias de nuestra tierra y otras no tan propias, pero llenas de emoción y alegría, que hicieron delicias de los transeúntes e incluso nos pareció ver una sonrisa en la cara de Molly.
Que envidia¡¡¡¡¡¡ pero sana.....
ResponderEliminarSigan disfrutando....
Graciaass!
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